domingo, 24 de julio de 2016

April is coming...

Se avecina el pequeño gran cambio. Y no porque haya pasado nada de lo planificado, deseado, esperado o soñado...no, sencillamente porque he decidió dejar de buscarlo.
Despierto del letargo...esa idea ficticia que nos hicieron creer de que tomando las decisiones correctas llegaríamos al tan ansiado Itaca, se desvanece..."Itaca no existe mi pequeña niña".  Itaca se construye cada día a través de nuestras elecciones cotidianas. Algunas resultaron ser más sabias basadas en sopesadas razones...otras simplemente fueron cuestión del corazón... Pero todas, sin duda alguna, acertadas...porque me trajeron aquí y ahora, a pesar de que aquí y ahora no signifique nada, porque aquí podría ser allí y el mundo seguiría girando. Pero a la vez, "aquí y ahora" engloba todo, el momento presente...lo único que nos pertenece. Cada día más cerca de mi, de mi esencia, de las cosas que importan...y lejos, más lejos de aquellos que se decidieron alejar. Eso mismo sucedió con los amigos...Algunos se alejaron porque sí, a otros los eché yo, y al final están los que han de estar y llegarán otros nuevos... Y algunos de los que están se perderán y la vida seguirá como si tal cosa...
A mi lado sigue Georgia; no mentiré diciendo que ha sido fácil el intento de "amoldarse" a un ser ajeno... En su "alteridad" está su magia y el reto de dos seres distintos de conocerse, entenderse y a pesar de todo amarse...Después de estos cinco años siento por vez primera que nos hemos escogido, cual dominguero frente a un catálogo de ikea... "Me quedo con él... ó con ella; no sé si es el más guapo o guapa, la más lista o listo, la persona más sensible o cariñosa"...seguramente no, pero somos los que estamos, en el sentido más amplio y consciente de la palabra ESTAR.
Georgia fue la persona que decidió sentarse a "orillas del río Piedra" (que decía Coelho) y esperar... Y no una espera pasiva, sino todo lo contrario. Una espera que exige a la vez que da. Da libertad para irse y regresar... Y yo regresé y me quedé. Me quedé y te odié por no ser él; el hombre que los cuentos de hadas me dijeron que serías... Apuesto, caballeroso, protector... no. Ese no sos vos...sencillamente eres tú, dejándome ser yo...¿Qué más se puede pedir del "otro" que te permita ser tu misma y aceptarte y elegirte un día más?



No hay comentarios:

Publicar un comentario